Se renuevan las formas de engañar a la gente.
La sofisticada maquinaria de las estafas online renueva cada año su manojo de señuelos para atrapar a nuevas víctimas.
Los ciberdelincuentes aprovechan las nuevas tecnologías para camuflar sus ataques con el fin de que el robo pase lo más desapercibido posible. Los códigos QR o las billeteras de criptomonedas son unas nuevas fuentes para distribuir virus informáticos.
Las personas mayores de 60 años son las más proclives a caer en estos engaños. Las modalidades más frecuentes de ataques se propagan a través de WhatsApp, el correo electrónico o las redes sociales.
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