Los insumos aumentaron más del doble en el último año.
El arte eterno es otro de los ambientes del arte que han sido castigados por la crisis económica. Los materiales de trabajo que los tatuadores utilizan son, en su enorme mayoría, de origen importado, lo cual grava sus costos iniciales en divisa norteamericana, más impuestos.
Los insumos duplicaron e incluso triplicaron su valor en los últimos cuatro meses: máquinas, agujas y pigmentos, sumado a las condiciones de seguridad e higiene y el alquiler para la puesta a punto de los estudios de tatuado.
El costo final termina siendo muy oneroso y hace que los precios de una pieza pequeña de tatuado tenga que ser valuada en precios que a veces son poco accesibles, sino inalcanzables, para la población en su mayoría.
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